Ahora con frío, pero siempre con excusas. Me miro a los ojos pero no de frente. Es la quinta vez que suena el teléfono, voy a colgar. Había quedado con Ian pero hoy no quiero hablar, quiero caminar. Llevo días sin salir, le envío un mensaje?. Tal vez no era hoy. Hay tanto ruido en esta calle, prefiero la 55, menos interesante pero más silenciosa. Por qué los coches tienen que hacer tanto ruido? Por qué los tacones y las suelas macizas? Aun no se si deba mudarme al campo. En dos minutos estaré en el parque.
Han pasado más de cinco y pude contener las palabras, qué estaba viendo? Ese azul. Es el mismo del coche en la foto de Alice de Michal Chelbin me queda la duda si ella maquilla a sus modelos. Quisiera ver las fotos en las prisiones, no tardarán. Ahora mismo no recuerdo el nombre del artista en el ICA, el de las otras prisiones, quiero volver pronto, pero mañana es la inauguración en MIT, tendré que esperar hasta el próximo jueves. Tal vez salga antes y alcance a llegar. No había visto unas fotografías con esa profundidad, cómo se llama? Buscar, buscar... Stephen Tourlentes!
El frío en las manos no me deja concentrar, no se si podría con otro café y prefiero evitar la transacción. Ayer hablamos con Ying sobre la risa y el humor en la religión y el arte contemporáneo y pensé en Long Story Short de Charles LeDray, brillante, un cierre perfecto para salir de la empolvada cabeza de LeDray. Ese algo que lo despierta en la mañana, lo posee desde hace años, pero justo antes de dormir, lo deja en libertad.
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