Monday, March 15, 2010
Nada
Un día que no pasaba nada, el hombre que no hacía nada, nada hizo. Sentado en su acolchonada silla dejaba salir leves sonidos de respiración y saliva que era la única que trataba de moverse sin su aprobación. El hombre que no hacía nada tampoco le perturbaba no hacer, a veces pensaba que era un árbol, colocaba las manos en posición de rama y dejaba caer agua y noche sobre su cabeza. Otros días sin decir que hiciera algo respiraba fuerte para no dejar oxígeno sin usar en la habitación, otros días dejaba de ser el hombre que no hacía nada para ser sólo las moléculas que formaban el hombre que no hacía nada, no hacer nada le llevaba todo el día. Hubo un tiempo en el que el hombre que no hacía nada lo hacía todo, construyó su casa pero siempre había algo más que podía hacerse, trabajó para hacer dinero y siempre parecía que podría conseguir más, había amado y sabía que podía amar más, había atravesado montañas y nadado mares, pero siempre habría más mares y más montañas de los que pudiera recorrer, había hecho de su nombre un gran nombre, pero habría siempre alguien que no lo hubiera escuchado, lo hacía todo, pero nada era suficiente, así que decidió que haría nada y nada hizo.
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