Tuesday, September 8, 2009

Boston (?) Harvard (!)

Fue cliché, pero llegamos en medio de una fuerte tormenta. Cuatro de la tarde y en los taxis, todos hablan español. El panorama, una gran nube gris y un pequeño Manhattan, cruzamos el río, pasamos por la terraza de un restaurante mexicano y unas calles alrededor encontramos el hotel. No muy impresionante la entrada pero al llegar al 22M la vista de la ciudad era sorprendente, no hermosa, solo sorprendente; nuestro apartamento miraba hacia Chinatown y hacia el sur, fábricas humeantes, avenidas congestionadas, la ciudad en la ventana estaba atrapada por esa luz blanca que trae la lluvia.

Al otro día fuimos hasta Alwife, el final de la línea roja, pues cerca de ella íbamos a vivir. En Alwife no hay nada aparte del hoyo negro de Dunkin Donuts; luego bajamos a Davis Square, fue agradable la sensación de pueblito europeo, un poco viejo y un poco inglés, caminamos alrededor y encontramos una venta de garaje, y es que no hay que ver lo que la gente vende, se pueden encontrar hasta cortaúñas y balas usadas, libros que han vivido detrás de la nevera por unos cuantos lustros e infaltables juguetes sin ojos. Yo que no soy una experta me pregunto a qué parte del consumismo pertenece este género de transacción, es eso básico, avanzado o decadente?

Dos estaciones más adelante nos gustó Harvard, a Camilo “no le molestaría vivir ahí”. Y todos los turistas al salir de la estación nos preguntamos lo mismo: dónde está la Universidad? No hay a primera vista grandes facultades ni impresionantes monumentos, pero todo es Harvard y está inmerso en la ciudad, en esta zona de la ciudad de Cambridge entre Porter Square y Central Square. Las facultades son edificios o casas que se pueden confundir con dormitorios pues muchos comparten el mismo estilo arquitectónico inglés de ladrillo rojo oscuro con marcos geométricos de hormigón blanco o pueden ser simplemente setenteros como el Science Center.

Al día siguiente fuimos al mar, más exactamente al puerto que hay cerca del acuario y más adelante de Quincy Market, no se siente la inmensidad del mar, media vuelta y de regreso al centro de la ciudad, fuimos al Boston Common y recordé que cuando fui a El Retiro en Madrid pensé que era pequeño, sin embargo este tiene canchas de tennis abiertas 24 horas que durante el mes que vivimos cerca no fuimos ni una vez.

Después de haber recorrido treinta apartamentos acompañada por 6 brokers que ganan solo por comisión, Camilo decide ver el primero con un griego llamado Romeo, esa misma mañana habíamos rechazado uno piso cerca de MIT, era cómodo, práctico, moderno y por encima del presupuesto, mientras el de Romeo quedaba en Harvard y tenía la vista más encantadora que había visto en ningún apartamento, árboles frondosos en un patio interior que se ve a través de las 5 ventanas de la casa, ese mismo día lo separamos, vimos dos más en Central Square pero entre el ruido y el desfile de locos de la zona no lo pensamos más, los de Harvard debían ser mejores vecinos.

Llevamos ya 15 días en el apartamento de Harvard y aunque llegué a ser detractora por la distancia que hay hasta la estación del metro, me encanta estar acá. Ahora mismo hay varios sonidos intensos entre obras y los cables de la energía que seguro no van a explotar pero por el sonido, bien que podrían. Sin embargo al fondo se alcanzan a sentir algunos ensayos de la escuela de música que queda literalmente a la vuelta de la esquina y en un par de horas se escuchará lo que Camilo con los ojos cerrados llama "sonidos de la infancia", cientos de grillos y bichos que si no fuera por el angeo ya se hubieran instalado acá.

Tuesday, February 17, 2009

OUT NOW!
Grandes Maquinarias de Arte
Una reflexión sobre la Industria Cultural y la Obra de Arte en la Cultura de Masas

Las imágenes que componen esta exposición, seguramente ya las ha visto, incluso algunos de estos objetos sin duda los puede encontrar en su propia casa. De algunos de los artistas probablemente algo haya escuchado, pero sin lugar a dudas, usted hace parte del tema de sus investigaciones artísticas.


Andy Warhol - Claes Oldenburg – Jeff Koons – Andreas Gursky – Takashi Murakami


* OUT NOW! Es una propuesta de exposición temporal colectiva que reúne la obra de 5 artistas internacionales de los últimos 40 años, quienes han trabajado entorno a la reflexión de la Industria, la Industrialización del Arte y la Cultura de Masas.


Las obras que plantean interrogantes vigentes sobre el arte, el ejercicio artístico, la cultura de masas, el mercado del arte y el impacto que tiene sobre el arte la situación económica que actualmente vivimos en los países capitalistas. Estos interrogantes más que resueltos, se espera que sean cuestionados por los espectadores a través de una serie de citas de los mismos artistas y preguntas que permitan enriquecer las asociaciones libres, al tiempo que ayuden al espectador a descifrar las obras.

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El siguiente es un texto guía, un catálogo de exposición, escrito en cortos capítulos sobre los que le propongo que -al estilo de Rayuela, de julio Cortázar- guardadas las proporciones-, decida usted el orden en el que lo quiera leer.

A lo largo de los siguientes textos encontrará palabras señaladas en azul, todas ellas tienen una relevancia contextual sobre la exposición y son a la vez una invitación a que indague sobre ellas y sea usted quien decida el mapa y el alcance de esta propuesta expositivo-participativa.

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Las siguientes preguntas son cuestionamientos que construyeron el discurso expositivo de OUT NOW!, vuevla sobre ellas las veces que desee a lo largo de su lectura. OUT Now! es una discusión abierta.

Qué venden hoy los Museos?
Quiénes son los consumidores del arte?
Cómo se consume el arte?
Cómo puede ser original una copia?
Son las Obras de Arte objetos cotidianos?
¿Cree que una aspiradora puede ser una obra de arte?
Qué consolida a un artista la obra o el mercado?
Cree que el humor juega un papel legítimo en el arte?
Por qué se han pagado por una sola pintura $80,000,000?
Debe perder valor una Obra de Arte si se vende en un supermercado?


obras.
Andy Warhol. Serie Myths, 1981.
Claes Oldenburg. Free Stamp, 1991. Flying Pins, 2000. Gardenhose, 1983.
Jeff Koons. Ballon Flower (Blue), 1995. Serie The New, 1981.
Andreas Gursky. Paris, Montparnasse, 1993. Chicago, Board of Trade II, 1999. Tokyo Stock Exchange, 1990. 99 cent II Diptychon, 2001.
Takashi Murakami. Reversed Double Helix, 2003- 2005.

OUT NOW!. Yes we can

Yes we can


“Yes we can” El nuevo presidente de los Estados Unidos, el demócrata Barack Obama apoyó su candidatura presidencial en este sencillo pero contundente slogan “Si podemos”. Millones de personas alrededor del mundo, estadounidenses y no estadounidenses lo han repetido como si de un mantra se tratase. No pretendo entrar de ninguna manera en profundidades políticas, pero si me interesa resaltar el sofisticado arte de la publicidad y su poder para cambiar paradigmas.

En Estados Unidos hasta el año 1965, 2 anos después del elocuente discurso en el que Martin Luther King se dirigió a los norteamericanos con la frase “I have a Dream”, la población afroamericana no tenía los mismos derechos civiles que los blancos. El color oscuro de sus pieles se ha relacionado con las connotaciones negativas del color negro, de la ausencia de luz; sin embargo, una frase ambigua, abierta, sonora y fácil de pronunciar para todas las personas de cualquier origen lingüístico como Yes We Can [véase el exitoso caso de las marcas Kodak o Coca-Cola], ha logrado cambiar en tan solo unos meses el prejuicio de negro = malo al negro = bueno, al negro como el nuevo color de la esperanza, de manera que si ahora mismo alguien puede decir con toda propiedad Yes we can, son los publicistas.

El siglo XX ha constituido para la publicidad el periodo de mayor crecimiento y protagonismo social de toda su historia. La evolución de los sistemas de comunicación de la mano de la superproducción tecnológica consecuencia de las guerras, el extraordinario incremento demográfico vivido a lo largo del siglo y la necesidad de los estados de establecer un orden frente a las crecientes masas han permitido que la publicidad haya pasado de ser una herramienta de venta a un sistema complejo de comunicación homogeneizante.

El arte y la publicidad han estado estrechamente relacionados desde sus inicios aunque intrínsecamente cada uno se fundamenta conceptualmente de formas diferentes, la publicidad por un lado procura conducir el pensamiento del público hacia un mismo y determinado fin, mientras que el arte presupone la reflexión y elaboración de criterios de cada espectador. Los códigos propios de cada lenguaje habían convivido paralelamente dentro del mismo objeto, siendo este el medio para ambos fines, han desdibujado sus límites en un proceso crítico y de hibridación propio de las últimas décadas.

En la década de los años 50’s, periodo de bienestar económico para la nación norteamericana, llega desde Inglaterra a Nueva York un movimiento diametralmente opuesto al expresionismo abstracto vigente en la época, el Pop Art, una tendencia artística que emplea los códigos de lenguaje de la cultura popular para la construcción de las obras y sus significados. El Pop Art se nutre del lenguaje de publicidad y de la producción seriada, se convierte en una introspección sobre los cimientos de la cultura norteamericana, una autocrítica, un reflejo, el barroquismo del nuevo teatro televisivo, el consumo de bienes y la creación de nuevas necesidades, el consumo de imágenes y de nuevos mitos. La construcción y develación de una identidad cultural.


“Creo absolutamente en la publicidad y los medios.
Mi arte y mi vida personal se basan en ellos.
Creo que el mundo del arte podría ser una enorme reserva
para todos los involucrados en la publicidad”
Jeff Koons


Algunos artistas del siglo XX cuya obra está estrechamente relacionada con la publicidad: Henri de Tolouse Lautrec – Alfonse Mucha – Diego Rivera – Georges Seurat – Andy Warhol – Jeff Koons – Roy Lichtenstein - David La Cahpelle – Richard Avedon – Robert Mapplethorpe – Takashi Murakami.

OUT NOW!. Coca-Cola, Superman y Ciudad Gótica.

Coca-Cola, Superman y Ciudad Gótica.


Recientemente el director alemán Dennis Gansel llevó a las salas de cine la novela Die Welle -La Ola- de Morton Rhue que trata de un experimento llevado a cabo por un profesor en un grupo de secundaria para explicar a sus estudiantes el funcionamiento los sistemas totalitarios, para ello se vale de tres componentes fundamentales, el elemento retórico, el visual y la estructuración de comportamientos unificadores que satisfagan la necesidad humana de ser aceptado dentro de un grupo, como una forma de combatir la ansiedad moral [culpa, vergüenza y miedo al castigo] descrita por Freud.

Hoy, 60 años después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, el mundo sigue llevándose las manos a la cabeza por la aparente incomprensión sobre el comportamiento que cientos de miles de ciudadanos alemanes llevaron bajo las órdenes de un estado totalitario. El régimen elaboró un complejo sistema de comunicación dirigido a grandes masas, una exitosa campaña publicitaria del nacionalismo, y la nación en masa, consumió su producto.

Desde la postguerra hasta nuestros días la densidad de la población europea ha aumentado en un 34%, la de Norteamérica en un 96% y la mundial una media de 166%. La globalización y la apertura económica de los países occidentales, de Rusia y también países orientales como Corea, Japón y China, exigen nuevas y más agresivas formas de comunicación que alcancen a cada vez más espectadores/consumidores sobre la plataforma y democratización de las nuevas tecnologías.

Desde mediados del siglo XX y en medio del proceso de nuevo optimismo y reconstrucción del mundo occidental, la masificación creó fenómenos que se han convertido en íconos de la época, la reproductibilidad del cine y la fotografía permearon el mundo con imágenes de Marilyn Monroe y Elvis Presley y la juventud se rindió ante el despliegue mediático-televisivo del quinteto de Liverpool The Beatles.

La Industria cinematográfica de Hollywood creó nuevos superhombres, nuevas estrellas en el amplio firmamento del imaginario colectivo, actores que actuaban su propia imagen dentro y fuera de la pantalla; habían nacido nuevos dioses y semidioses en la figura de voluminosos personajes de cómic, toda una serie de estereotipos del ciudadano perfecto, de la mujer perfecta, de la familia perfecta, el presidente perfecto. Todo se consumía, todo se consume. “Comprar es más americano que pensar”, Andy Warhol.

El arte como objeto de consumo se benefició de los procesos de producción seriada, de los estudios de mercado, de tradición estadística norteamericana, de la pujanza snobista neoyorquina, de la excentricidad de la moda, de la domesticación de la televisión y la epidémica masificación de los bienes de consumo, el mundo entero tomaba Coca Cola – Kekou Kele
- Кока-Кола - Κόκα κόλα – كوكاكول - コークスのコーラ.

Es en esta época cuando por primera vez las obras de arte contemporáneas comienzan a alcanzar precios sin precedentes en el mercado internacional. Por qué se ha pagado por una sola pintura $80,000,000?


Algunos artistas de las últimas décadas que plantean su obra desde el comportamiento de las masas y la transculturalidad: Andreas Gursky – Tom Wesselmann - Mariko Mori – Quentin Tarantino – Takashi Murakami – Manu Chau – Godfrey Reggio.

OUT NOW!. Exprimiendo naranjas con una obra de arte

Exprimiendo naranjas con una obra de arte


En 1962 la imagen reproducida en serigrafía de la popular lata de Campbell’s Soup, de Andy Warhol en sus 32 presentaciones fue exhibida en la Ferus Gallery de Los Angeles, causando gran controversia, no porque el arte no haya reproducido antes objetos cotidianos, sino por la falta de trascendencia del objeto que chocaba frente al reinante misticismo del expresionismo abstracto.

Lo cotidiano ha sido objeto de representación en el arte bajo diferentes connotaciones, flechas en las cavernas, pan en las últimas cenas, bodegones barrocos, la silla de la habitación de Van Gogh, la guitarra de Picasso, la pipa de Magritte, el Botellero y el Orinal de Duchamp, sin embargo esta sopa era denotativa. Una sopa, punto. Una sopa del supermercado, de todos los supermercados, de todos los días, de todas las casas, de todos los años desde hacía más de 20 años. Una sopa que ahora en lugar de costar 15 céntimos podría costar cientos, luego miles y después millones de dólares solo por haberla pintado Warhol, sólo por eso?. Cuánto pagaría por una sopa de Warhol? Cuánto pagaría por un plato para sopa de la vajilla de Luis XV? Cuanto pagaría por una sopa de Ferran Adriá? [la pregunta funciona sólo si le gusta la sopa].

¿Cree que una aspiradora puede ser una obra de arte? Probablemente si la pinta un gran artista, podría reconocerse la imagen de la aspiradora como una obra arte, pero si el artista cuelga en efecto cualquier aspiradora en una pared como lo hace Jeff Koons en la serie The New? Y si la aspiradora no va a ninguna parte sino que está en su casa y siempre la ha tenido, podría aun ser arte?

Qué diferencia hay entre el arte del diseño de objetos cotidianos? Tiene un exprimidor de naranjas que pudiera considerarse una obra de arte? El reconocido diseñador italiano Alessi, afirma sobre sus piezas que “los diseños que son muy expresivos y cada vez se definen más como esculturas”, y agrega que “es como comprar cosas de la colección de un museo y eso hace pensar al comprador en cómo debe tratar el objeto cuando lo lleve a casa”.

La creación de una pieza de Alessi puede conllevar el mismo proceso de creación de un pintor y el proceso de producción no difiere gran cosa del de un escultor; el resultado, un objeto de alta calidad estética, impecable elaboración técnica, producto de una investigación conceptual, y matérica; con el aura de excepcionalidad y herencia cultural propias de las obras de arte, solo que esta exprime naranjas.


Debe el arte estar desprovisto de cualquier utilidad práctica?


“Los japoneses han aceptado que el arte y el comercio se van
a mezclar; de hecho, ellos se sorprenden de la rígida y pretenciosa jerarquía occidental del Arte Culto. En occidente esto es
ciertamente peligroso pues la gente tirará todo tipo de piedras.
Pero está bien, yo estoy listo con mi casco”
Takashi Murakami

“Yo estoy para el arte que es político-erótico-místico, que hace algo diferente a sentarse sobre su trasero en un museo”
Claes Oldenburg.

Algunos artistas que han desarrollado obras de arte/diseño: Piet Mondrian – Gustave Klimt – Takashi Murakami – Alessi – Allen Jones – Antoni Gaudí – Alfosn Mucha.

OUT NOW!. Ikea, la República Independiente de tu casa

Ikea, la República Independiente de tu casa


En 2008 el mundo entero presenció [la mayoría por televisión], el impresionante espectáculo de los Juegos Olímpicos de Pekín, la nación más poblada del mundo recibió a millones de turistas y miles de deportistas, mientras otros tantos miles de performistas realizaron al unísono coreografías milimétricamente sincronizadas, asombrosamente todos parecían una sola persona, vestían exactamente igual y hacían con cada movimiento los mismos gestos. Es este también el exitoso atractivo de las superproducciones cinematográficas, cuántos millones de extras en una película y todos corriendo para el mismo lado. Sin exacto sincronismo o logro estético, esta impresión de todos como un gran uno, no difiere demasiado del comportamiento diario al interior de las fábricas, de la bolsas de valores, de las personas en el metro, en los cruces peatonales de Nueva York, Shangai o Madrid, en un concierto de rock o en uno de jazz, podría acaso ser diferente?.

En la novela “La broma” del escritor checo Milan Kundera, se plantea si el gesto es una expresión única de cada persona, una impronta, o si es una construcción cultural. Cuántos gestos nos pertenecen y cuáles hemos aprendido. En uno de los más recientes comerciales de Coca-Cola, “no es imposible” se ve un joven occidental con su idéntico oriental y no es imposible, cada vez nos parecemos todos un poco más, los japoneses se vuelven rubios, los blancos morenos, cientos de mujeres llevan los labios de Angelina Jolie, los pómulos de Cate Blanchet y el corte de cabello de Victoria Beckham, por difícil que este sea, y es que como decía el personaje de Agrado en la película “Todo sobre mi madre” de Pedro Almodóvar, “una es más auténtica, cuanto más se parece a lo que soñaba de si misma”. Cuántos sueños nos pertenecen? Cuántos hemos aprendido a soñarlos? Sean los que sean, existen millones de fabricantes y comerciantes dispuestos a satisfacerlos y a precios muy cómodos, acorde con la economía de la “república independiente de tu casa”.

Cómo puede ser original una copia? Cómo puede ser auténtica una copia? Para la producción en serie, la comunicación virtual hiperefectiva, la emergente clase del low-cost, la sobreestimulación mediática, la densidad de las megápolis y para las crecientes comunidades virtuales, la velocidad sobrepasa la unicidad, el prototipo puede convertirse rápidamente en una curiosidad, destaca sin embargo la capacidad expansiva, la capacidad de repetirse infinitamente.

El arte mismo se ha visto enfrentado a una transformación, a la producción de tipo industrial, la capacidad de producir y reproducirse masivamente. El artista vivo más cotizado actualmente, el británico Damien Hirst, dirige en varias ciudades del Reino Unido 6 talleres de producción de sus obras; en los 60’s Warhol había creado “The Factory”, en Japón, el artista contemporáneo Takashi Murakami dirige la fábrica KaiKai KiKi .Co., en la que se producen sus esculturas, pinturas, videos, camisetas, bolígrafos, badges, etc., además de representar a otros artistas y producir dos ferias de arte, Kai kai kiki es una exitosa y reconocida industria artística.


“Un artista es alguien que produce cosas que la gente no necesita tener pero que él, por alguna razón, piensa que sería una buena idea darles”
Andy Warhol


Algunos artistas que trabajan sobre las grandes masas y la industrialización: Andreas Gursky, Damien Hirst, Jeff Koons, Takashi Murakami, Peter Jackson, Steven Spielberg, Spencer Tunick.

OUT NOW!. Cool-Tour

Cool-Tour


La medias de visitantes por año a los Museos que van entre miles y millones al año, se nutren principalmente de los turistas. Los toures urbanos incluyen sin equa non la visita al museo o museos de la ciudad. Interesados o no en el arte los turistas se acercan a los museos y se detienen en las tiendas de los mismos, es tan importante ver como llevarse la evidencia de haber estado allí, incluso los elementos más representativos del entorno de los se han convertido en impagados modelos de fotografía aficionada, cómo ir al Louvre y no tomarse una foto frente a la pirámide, y por qué no?

Los Museos han debido transformarse, ampliarse y abrirse a nuevos públicos, a públicos que acuden en masa y que están dispuestos a soportar en muchos casos, largas filas para entrar, el museo es hoy un lugar que alberga conocimiento, intercambio, entretenimiento y que concede a sus visitantes cierto prestigio intelectual; el visitante aporta a sus vez nuevos retos en la comunicación, exige nuevas formas de aproximación según sus diferentes niveles de conocimiento artístico y/o de su bienvenida curiosidad, así que el museo debe también satisfacer sus expectativas, y qué expectativas tienen? Qué venden hoy los Museos? Quiénes son los consumidores del arte? Cómo se consume el arte?.


“Todos los supermercados se volverán museos y todos los museos supermercados”
Andy Warhol*


*En el 2009 se llevará a cabo en Shanghai la treceava edición de la Feria Internacional de Arte de Shanghai que tendrá lugar en el Shanghai Mart, complejo comercial que contiene el supermercado más grande del mundo.

Barcelona día 1. Travessera de Dalt

Todo se me había perdido en Barcelona y tuve que ir a encontrarlo. Salgo un jueves sin saber que ponerme, Madrid está frío, pero qué tal Barcelona, es más húmedo pero no se que llevar, creo que llevo de todo que al final no es tanto ni suficiente y todo es negro, llevo minifalda y medias, pero medias de otoño, solo un poco de calor en el aeropuerto. Mejor ni preguntar en el metro, te pueden enviar de regreso a Madrid. Isabel me espera en la estación de drassanes. yo qué se qué es drassanes. Su taller queda en el Paseo de Colón, llueve, vamos rápido a dejar la maleta, yo me voy con el mapa y la cámara que no voy a usar porque va a llover. Voy por la rambla sin saberlo, a esa altura no se cómo se llama, creo que es la de Santa Mónica. Veo el museo de cera que no me interesa particularmente, aunque la cera me gusta, la gente a veces no tanto, sé sin embargo que alguien lo había mencionado y después del animalario de origami encuentro el Bosque de las Hadas. Voy a almorzar acá. Una cerveza y un bocadillo, no de guayaba por supuesto, 6.75€, árboles fantásticos de papel mache y una hadita de plástico que parece que no está pero todos entran a tomarse fotos con ella, me siento cerca de su estanque a escuchar el sonido del agua y se que no quiero hacer fotos de turista. Salgo en cualquier dirección y mi piloto automático me lleva sin pérdida al MACBA. El sonido de los skaters me hace olvidar el edificio, me siento de espaldas a él, no entro, ya iré con los del master. Cerca hay tiendas kitsch y galerías de diseño, me gusta la cama de retazos de madera viejos y barnizados, me llevo el espejo en la burbuja de plástico. De nuevo sin rumbo comienza a llover, salto a un café para no mojarme demasiado, salto de café en café y llego a una tienda de discos, nunca entro a las tiendas de discos, no compro música, pero la música me gusta y busco el disco de Basquiat, cuando se lo robaron a Rodrigo, nos lo robaron a todos. No lo he vuelto a encontrar. Encuentro Manu Chau, lo prefiero en persona. Recuerdo que me gusta la música y acá se oye diferente, ésta es su casa. En la segunda tienda de música, dos puertas más allá encuentro una revista que nunca cogería, al final no miro las revistas y pesan, pero esta me la llevo, se llama H. Creo que es tiempo de regresar, camino por las ramblas buscando flores para Isabel y comida para el desayuno, una ofrenda para los del piso, se que Isabel vive dos músicos y una chica polaca. Cuando creo que ya iba a encontrar nuevamente el paseo Colón, me encuentro con que llevo 10 minutos caminando en la dirección contraria, disfruto llegar a tiempo así que debo caminar con bolsas, flores, cámara, botas, gotas y afán hasta el taller. Llego. De camino a casa, se de donde son los músicos, y que hacen la polaca, Isabel y su novio, se que a Isabel le gustan los volúmenes redondeados de la ropa y los colores de las espumas. Sigue lloviendo. A Mauricio no lo había visto desde hace unos 10 años, y cuando lo vi, lo vi poco pero nos llevamos bien. No pensé que se acordara de mi, de todas formas lo llamo y hemos quedado para salir esa noche, el toca en un bar en Gracia, me va a recoger en su moto, pero no ha dejado de llover así que lo dejamos para mañana. Hablamos de España y la educación, de una exposición de fotografía que ya había terminado y de las paredes de la cocina. A Isabel le gustan la revista H y las nectarinas. A la chica polaca la persigue un pakistaní todos los días en el metro, a mi ese día me había perseguido un hombre de camisa de cuadros y manga corta que tuve que distraer con un mensaje en el móvil, puedo ser muy paranoica. Esa noche dormí en la habitación de la batería, había una partitura de Van Halen y una cobija que cerraba herméticamente la ventana, puse mis objetos sobre los pedales y no recuerdo mucho más, me fui a dormir feliz, yo me pongo feliz con una facilidad casi morbosa.

Barcelona día 2. Calle del Pintor Fortuny

Linda me había dicho que estuviera a las nueve en el Parc Güell, decidí llegar más tarde, tomé varios caminos equivocados y cuando llegué supe que mis pantalones iban a ser un problema, el intenso calor era más acorde con los cactus del parque. El turismo es un nuevo opio, dadle al pueblo tarifas baratas de avión y ya no recordarán ni para qué es un parque, la experiencia ha sido borrada por la fotografía compacta. En el mirador un músico de viento tocaba una de las canciones del Mago de Oz, le doy unas monedas y nos damos las gracias mutuamente. El mosaico es frío pero la gente se sienta poco porque prefiere el mirador. A lo lejos se ve el pepino, hay un edificio igual en Londres pero este es de colores, acá le dicen la polla. Veo la Sagrada Familia y el mar, encuentro caminos entre los árboles y flores entre los cactus, las fotos me quedan bien. 3€ por entrar a la casa de Gaudí, veo las sillas que me gustan, parecen hojas de trébol de madera maciza, pulida y amarillenta, son perfectas para discutir, las dos personas al sentarse mirarán en direcciones diferentes, no las puedo tocar. La casa es fascinante, una sola habitación en la primera planta con una cama de asombrosa austeridad, sin embargo Gaudí era un hombre social, las sillas, los techos y las semi-puertas de vidrio verde hablan entre ellas y con la visita, el labatorio es una pieza de relicario. Al salir quiero llevarme algo conmigo, pero las tiendas son tan anodinas, me llevo aunque solo en foto un carrusel hecho en mosaico, traía un camilito imaginario del tamaño de un minúsculo jinete, es perfecto para los dos. Bajamos buscando el lagarto, pasamos frente al guitarrista pero solo encontramos a wally, perdido entre la multitud. Voy a encontrarme con Iván para almorzar, bajo buscando la estación del metro y nuevamente sin saberlo llego a la casa, es una suerte que me pueda quitar el pantalón. Primero llamo a la puerta del mismo número pero en otro edificio, error de cálculo, al llegar Antonio está arreglando una bicicleta con Alfon quien aunque es español tiene acento argentino pero en realidad vivió en Cuba. Me pongo una falda y me voy. Con Iván hemos decidido vestirnos de guiris y lo hacemos muy bien. Bajamos nuevamente al puerto al lado del monumento de Colón y tomamos algunas fotografías, luego vamos a buscar donde almorzar, llegamos a la catedral gótica a la que no voy a entrar, encontramos un menú que está bien y nuevamente la música en vivo se mezcla lentos parpadeos y me hace sonreír. De verdad que me queda fácil ser feliz. La comida no es muy especial y el pescado no sabe a nada, debe ser porque a Barcelona van muchos británicos y ellos no comen sal. Como no tengo protegidos los hombros, ellos quedarán rojos por el resto del viaje. Había planeado no ir al Marés, supuse que sería como el Lázaro Galdeano y así fue, debí seguir mi instinto, pero me divierte la gente correcta y a veces me dejo arrastrar. Tres horas y media entre vírgenes góticas y cristos dorados, clavos, tijeras, abanicos, estampillas, objetos hechos con pelo, cascanueces y miles de objetos que nos hicieron dudar de la integridad de Marés, un escultor y profesor universitario que por muy hábil que fuera en las subastas, reunió una colección que no es normal. Me encuentro con Mauricio a las 6:40 frente a la catedral, vamos a un bar que no volví a ver pero allí pude satisfacer mi antojo de mojitos mientras conversábamos en el sillón de cuero del fondo que casualmente estaba vacío. Hablamos de todo y de diez años de distancia, de los amigos comunes y personas nuevas, ahora se que en verano siempre hay luz en Noruega, lo había leído pero es mejor cuando alguien lo cuenta. Vamos a su casa y conozco a Mayka, su novia noruega, ella ve un programa de televisión en el que una mujer mayor disfrazada de conejo rosado dice cosas que no la dejan parar de reír, tiene una sonrisa amplia y contagiosa, nos ofrece una sopa y se va a trabajar a Flamingos, donde iremos más tarde pues Mauricio toca esa noche allí. El tiene un piercing en el labio, es difícil dejar de mirarlo, en Barcelona todos llevan piercings aunque los de Mayka no se ven. Yo logro llevar algo de maquillaje y una diadema metálica por la que no pagué. Me siento junto a Mauricio que es un gran conversador, mientras tanto el toca y algo me enseña sobre pinchar, están pasando Vanishing Point. Una soltera británica con un parpadeante anillo de plástico se dirige a Mauricio y le dice que podría follar toda la noche, solo logra robarle un beso en los labios y luego salta al dueño del bar. Mayka se ríe un poco, todos sabemos como son las despedidas de soltera inglesas. Tomo un horses back y pronto me debo ir, el sábado debo comenzar la exposición para la que no estudié y leo lo que no debía. Se que no me lo voy a aprender. Esa noche Isabel duerme con su novio y yo en su habitación.

Barcelona día 3. 4Cats

Fui la primera en llegar, nunca aprendí mis líneas, hubiera fracasado como actriz, aunque intentamos hacer una visita ágil al Museo de Historia de la Ciudad, los lentos recorridos de las pasarelas romanas nos dejaron ver la luz hasta la hora de la comida, Iván y yo íbamos a pasar de comida para tomar mojitos, pero el grupo nos llevó a 4Cats, un restaurante que debió haber sido una cafetería cutre hace ochenta años, pero a la que Picasso solía ir y dibujar sobre las servilletas, siempre pienso en la anécdota del cheque. El estilo es modernista y el menú vale 23€, hay copias de mala calidad de obras de varios artistas de la época. Preferí el fideuá a la paella y disfruté más el brownie que el helado de yogurt. En Plaza Catalunya nos desviamos para comprar una tarjeta de memoria para la cámara en el fnac, camino a Montjuïc Iván me preguntó por el metro de Quito, me sorprende que no sepa de dónde soy y por los nervios también olvidó la capital de Colombia; al unirnos nuevamente al grupo supe que luego de siete meses desconocían mi origen. Venezuela o Uruguay, todos somos unos salvajes. Cuatro horas más pasaron entre el Museo Nacional de Arte de Catalunya y el CaixaForum, iba a quedarme a un evento de moda para encontrarme con Isabel, pero Iván decide por mi que debo darme una ducha y buscar algo más apropiado para la noche. Regreso a la casa de Isabel pero ella se ha ido y al abrir el portón del edificio descubro que he perdido la llave del piso, reviso la entrada, bajo el tapete, junto al ascensor, subo y la chica polaca de la que nunca supe el nombre me abre la puerta y trato de buscar nuevamente con calma, la llave no está, bajo nuevamente y después de siete minutos encuentro la llave en mi bolsillo, nunca he confiado en hello kitty cuya forma era el aro del llavero, debí guardar la llave en un acto reflejo. En mi maleta solo encuentro unas medias de malla negras, las botas altas y una minifalda, me miro varias veces al espejo del corredor, siempre esperé no tener que usar esa combinación, pero es mi mejor opción, así que me quito los pendientes y me voy. Debíamos encontrarnos en la estación de Liceu a las 10, pero ellos tardaron 40 minutos, mi falda, mis mallas y yo, recorrimos la rambla un par de veces escapando del frío la lluvia y la soledad de las luces de neón. Fuimos aun restaurante Indio en Nou de la Rambla donde Mauricio abrirá pronto su nuevo bar, a él le importa un pepino, ese pepino. Con Mauricio nos encontramos en la Plaza Reial a las 11:40, voy con todo el grupo, nuevamente nos dirigimos a Flamingos, hoy Mayka y Sofía, se visten de secretarias del 1,2,3 para atender el bar, creo que Sofía es sueca. Hoy el Dj es el guitarrista de Stab, la banda de rock en la que toca mauro, mientras tanto él y yo continuamos nuestra conversación. En Flamingos también está Magdalena su esposa, una chica sueca con la que se casó después de terminar la relación, un gran encuentro entre inmigración y civilización. Un red bull y un coctail de pepino y jinebra acompañan la noche, los del master lo pasan bien. Iván se va para People un bar cerca de diputación donde casualmente trabaja Alejandro con quien no pudimos vernos. Alejandro es amigo de Adriana, ahora se que baila claqué y cumple años en la misma semana que yo. Iván vuelve hacia las 4 y vamos con Mauricio, Mayka, Sofía y los de la banda al club Fellini. El club era un puticlub en los 70, rojo, negro y con una intensa vibración sexual, Mauricio e Iván hablan mientras yo bailo, evito el contacto visual que a esta hora parece determinante. Iván prefiere otra música. Un hombre baila sobre la barra y me recuerda a los dodó, es el encargado de relaciones del bar y sabe muy bien lo que hace. El pelo rojizo, el bigote oscuro y el pantalón ajustado y caído sobre sus delgadas piernas, bailan con el foco naranja que lo comunica con la lengua de una francesa. Iván decide irse porque debemos madrugar, Mauricio y yo nos quedamos junto a la barra y solo hasta las seis salimos de allí. Frente a la estación, mientras Mauricio saluda a un amigo suyo que dice no saber como se llama, una rubia de vestido violeta besa a Mayka quien sonriente me dice que Magdalena, la esposa de Mauricio es de puta madre.

Barcelona día 4. La Rambla del Raval

Camilo llama a las 9:30 desde el Kremlin de Moscú, hemos decidido estar en los dos lugares al tiempo, así que alcanzo a ver la Plaza Roja y sigo durmiendo, hoy no voy a ir al MACBA pese a la insistencia de Iván. Me despierto en la habitación de Alfon quien ha acordado con Isabel cederme su cama, pues ella y Antonio dormían esa noche en su habitación, abro la puerta sin golpear, Isabel está en toalla y Antonio medio dormido, decidimos irnos de picnic, hay un sitio donde venden pollo asado, y nos vamos con él para el paseo de Sant Joan, Antonio habla de medicina natural y fotografía, mientras Isabel sigue trabajando en su cabeza en un vestido violeta. Nosotros la fotografiamos, lleva unas medias moradas y el cabello recogido. Bajamos por el paseo y aunque también fotografiamos el búho, no vemos la Sagrada Familia. Vamos hasta el parque donde está el Museo de Zoología y salimos por el paseo Colón en busca de un helado, yo pido straciatella, están pasando la final del Roland Garros y va a ganar Nadal, les cuento lo poco que se de tennis pero descubro lo mucho que ahora lo disfruto y nos vamos para la iglesia de Santa María del Mar, yo quiero intentar ir al MACBA, así que vamos entre las calles descubriendo olores a fríjoles, banderas inglesas con imágenes griegas y cruzamos una calle a lo criollo. Llegamos al museo pero ya está cerrado, ahora se que no va a estar cerrado el lunes. Antonio me lleva hasta la Rambla del Raval, allí nos tomamos un té con hoja de menta y nos separamos, él se va a ayudar a Isabel, yo me voy a caminar el Raval. La palabra inmigración es muy amplia y la ciudad es muy diversa entre portal y portal; dos hombres de camisones blancos y un grupo de hombres gays de Europa del este se cruzan en mi primera calle, lo que menos veo son asiáticos. Nuevamente quiero regresar al MACBA, me gusta el sonido de los skaters, el domingo en la tarde se pueden ver más de 40 de todas las edades, el sonido me hace escribir, desconozco esa caligrafía y escucho conversaciones contiguas. Me voy para la Pedrera, el mapa no indica muy bien donde está pero sigo el Passeig de Gracia y consigo llegar a la puerta, cuesta 9€ y no se puede ver gran cosa, ya van a cerrar, los muebles originales se han quemado y prefiero continuar, voy a la Sagrada Familia, entiendo por qué la iglesia está abandonada, alguien robó la magia del lugar. Vuelvo a las ramblas para encontrarme con los del master, nuevamente prefiero cambiar la comida por un coctail, encuentro Patagonia, un bar que en la primera planta tiene una heladería, la decoración es violeta con negro y dorado, es atendido por dos nórdicas y un latinoamericano, Iván dice que es gay, todos son bastante atractivos. Pido un black russian, es vodka con Tía María que es un licor de café, me recomiendan el white porque dicen que el otro es muy fuerte, yo creo que es muy dulce, debían poner más vodka que licor de café que es un aperitivo. Encuentro a los del grupo y volvemos al bar, esta vez pido un margarita. Salimos un poco antes de las doce y ellos quieren recorrer el centro histórico, estamos Raquel, Carmen, Aure, Iván y yo. Frente a la catedral gótica empezamos a hacer fotos eróticas, si es que con nuestra libido de estudiantes de master de museos se les pueden llamar así, continuamos por callejones y llegamos a la Plaza del Rei, todo el camino somos acosados por vendedores de cerveza de 1€, regreso a las 3 en el bus N4, esta noche duermo sola en casa de Isabel.

Barcelona día 5. Las Vegas or Monaco

Lo que más disfruto de la casa de Isabel el la presión del agua en la ducha, salgo antes de las 10 y voy a dejar mi maleta en el taller, es mi último día. Un hombre árbol, un caballero cagante, un depredador, Cristóbal Colón y la muerte, acechan las ramblas, solo le doy dinero al hombre árbol, deben hacer unos 300€ diarios. Quisiera hospedarme una próxima vez en el hotel Camper, llego finalmente al MACBA. Comienza el recorrido por el final y llego a la primera planta por las escaleras de seguridad, un hombre parecido a George Lucas me pregunta si el artista es argentino, ahora se que no lo es. Nomeda & Gediminas Urbonas un colectivo lituano participó con esta obra, Devices for Action, en la última Bienal de Venecia. Varios días después sigo cantando el Karaoke de Abba So I must leave, Ill have to go, To las vegas or monaco, y quiero escuchar paloma blanca, voy a protestar a favor de Lituania. Somos pocas personas dentro del edificio y la goma de mis zapatos despierta a los vigilantes. Es un día de verano. Recojo nuevamente las calles, algunos cafés y como Isabel no contestó el móvil debo volver al taller. El vestido violeta es muy elegante aun en espuma y las mangas la hacen reir. Voy a encontrarme con Mayka y Mauricio para almorzar. Me siento en la Plaza Real sobre una bola de hierro entre una anciana de pañuelo rojo y un hombre con camisa del mismo color, yo estoy de negro. Ellos llegan rodando sobre sus tablas, ambos de gafas oscuras, él trae una camiseta morada, vamos nuevamente en dirección al MACBA y nos detenemos en un restaurante del que no supe el nombre pero las sillas están marcadas con re. El día anterior había estado allí tomando fotos. La mesa está reservada pero nos hacen esperar, los tres pedimos lo mismo. Esa tarde tienen lluvia de ideas sobre Toilet, pienso que es un concepto masculino, hablo de Camilo y Anton Chejov, Mayka se ríe y asienta, hablamos de Fassbinder y su viaje a Cartagena, también de Truman Capote, Philip Seymour Hoffman, de Benicio del Toro y del Che Guevara. Mayka no ha dormido y regresamos al piso, lo reconozco de fuera por la mesa y el mantel de cuadros rojos y blancos en el balcón, el portón permanece abierto y la ventana entreabierta, muu no se puede quedar encerrado, es un gran piso, al menos tres veces más grande que el mío. Mientras reviso mi correo ella descansa sobre el sofá rojo y él repasa una obra sobre la que me enseña reverberación en logic. Hace más de tres años que prefiero el silencio, pero Barcelona es muy acústica, pienso en los skaters. Mauricio y yo tenemos la misma edad, pero cada uno vive en su tiempo, en Barcelona el único tiempo es el presente, solo la Sagrada Familia se salió de su órbita, en Madrid se mira al pasado para encontrar el futuro, pero yo aun no vivo Madrid, en mi puerta están marcadas las dos líneas de la pausa y atravieso la puerta solo lo indispensable, no se qué edad tengo en Barcelona. Salimos para abichuela mágica donde conozco a sus socios, dos ojos oscuros y dos azules, recojo el disco de Stab y debo ir nuevamenteal taller por mi maleta, en el camino entro a una tienda a la que nunca entraría, huele a incienso, pero encuentro la cortina de baño transparente que quiero desde hace meses, también veo un pequeño pato que brilla en la oscuridad lo bautizo barcelona y me lo llevo. No alcanzo a ir a la playa, la aerolínea me cambió el horario del vuelo y debo estar en el aeropuerto a las siete, tardo una hora en llegar, así que me voy para el puerto y le tomo fotos a barcelona, el pato. Me tomo unas cuantas fotos pero salgo muy mal, mi cámara está sucia y yo también. Quiero quitarme el negro de la ropa y el cinturón, antes de entrar al metro pienso que Barcelona se parece a Cartagena, y que yo, aun me parezco a mí. En el avión se escucha música de Mtv y viajo junto a cuatro pilotos de la aerolínea, me quedo pensando cómo se verá en el cielo un ojo de agua.

Monday, February 2, 2009

La Nueva Baronesa

Tuve que entrar en un día muy blanco, había una chica de ojos aguamarina y una brasilera, todos somos siempre uno más. Segunda planta y la misma mujer de la vez pasada que tiene el nombre de una famosa actriz, y al igual que ella le falta una muela y se le nota, parece maja. Las chicas iban a otro departamento, el mío, amplio, frío y habitado de población femenina y flotante, nuevamente mujeres. Cuántas vírgenes he de ver, la de hoy era monumental y ocupaba toda el ala de una iglesia, sin embargo la cabeza era de pequeñas proporciones y no había nada malo en ella, muy flamenca, me encanta Van Eyck y me pregunto si utilizaría la fotografía o el cine de haber nacido en esta época, tal vez el cine.

Los ordenadores no ordenan nada y les fallan muchas cosas, aun les falta creer en la tecnología, sin embargo hay cámaras en todas partes, no puedo dejar de pensar qué imagen le propondré al desconocido vigilante, aunque prefiero cámaras más anónimas, son una tentación. Dos Helenas, una Begoña, una Leticia, una Nuria, un Rufino, que nombres más españoles, no se si escriben Helena con H.

Decenas de pesadas puertas blancas y parciales de escaleras, se que muchas puertas no las podré abrir, hay un par de lugares para el café pero no se ve bueno, igual es lejos, muchas puertas, muchas escaleras, ayer le contaba a Camilo mi sueño de la casa simétrica con muchos arcos y ninguna puerta, mejor el café lo llevo yo. Antes de llegar a la fotocopiadora, inmediatamente al lado de la máquina de café hay un sistema que parece una de las primeras computadoras, una aparato que ocupa toda la pared con tentadores botones rojos, le dije a Nuria que con ellos podíamos hacer volar el edificio, no me creyó.